EVALUACIÓN DEL ESPACIO EDUCATIVO

Tras varias transformaciones a lo largo de este curso, además de otras "en lista de espera", procedo a evaluar una de estas transformaciones realizadas. Se trata del rincón de lectura habilitado en el pasillo, utilizando un dosel blanco que cuelga del techo al suelo para ello. El mueble-estantería que le acompaña también será evaluado, y otros materiales disponibles en ese espacio como alfombra, cojines y libros que se ofrecen.

La evaluación será llevada a cabo por distintos profesores del centro, además de por los alumnos y por las familias.

Los profesores evaluarán a través de una rúbrica que incluye los siguientes ítems: asiduidad con la que se usa el espacio, nivel de ruido, utilización de cojines, diversidad de libros ofrecidos y cantidad de luz para la lectura. Se ha elegido esta herramienta porque ven a diario lo que sucede y pueden ir viendo los cambios que en el espacio se producen, además de oír los comentarios de los alumnos al respecto.

Por otro lado, tanto las familias como los alumnos rellenarán una lista de cotejo con frases como "Uso más de dos días a la semana el espacio", "Me resulta atractivo el espacio", "El espacio es cómodo", "Ahora leo más a menudo que antes" o "Encuentro libros de mi interés en el espacio". Esta herramienta ha sido seleccionada para las familias porque ellas escucharán hablar a los alumnos sobre el espacio, y para los alumnos porque de esta forma expresan sus sentimientos y una rúbrica podría resultar complicada de rellenar según la edad de los mismos.

Esta evaluación se llevará a cabo antes de Navidad, para dejar un mes y medio de uso (o no) de ese espacio, y ver si realmente ha favorecido la motivación y el acceso al aprendizaje por parte de los alumnos.

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